En mis últimas vacaciones, mientras disfrutábamos de una tarde en el parque del jardín japonés Pierre Baudis de Toulouse con nuestras hijas, apareció un padre con dos niños sentados en una cargobike. Aparcó al lado de los columpios, bajó a las niñas y se pusieron a jugar. Así de fácil; sin pagar zona azul y a las puertas de la zona infantil.
Me entró una envidia brutal. Algo así como un impulso consumista para conseguir esa bicicleta para moverme con las peques y disfrutar de los trayectos, ir de compras, etc. Aún no he tenido ocasión de adquirir una cargobike… pero estoy seguro que tarde o temprano compraré una de segunda mano.
¿Por qué hay personas que siguen usando el coche en las ciudades y pueblos para hacer trayectos de pocos metros?
Esa pregunta es la que me hizo el peluquero cuando hablábamos sobre la promoción del comercio local y las peatonalizaciones. «Una clienta viene a la peluquería en coche y vive a 100 metros. Dice que baja con el ascensor directo al parking, abre la puerta del coche y aparca en la puerta de la peluquería». Yo he visto cosas semejantes con padres y madres que viven a pocos metros de la escuela y recogen a los hijos aparcando en doble fila. Tenemos un problema.
En mi caso, con mi compañera decidimos disponer de un solo coche en casa y jubilar un Citroen Saxo. Yo tengo cierta flexibilidad y me puedo adaptar con el tren y la bici, aunque en el pueblo donde vivimos el transporte público es deficitario, no tenemos conexión a pie y en bici con los municipios vecinos y si queremos ir al pediatra cualquier día de la semana tenemos que bajar a La Garriga (9km) en coche. Pero para ir a comprar el pan vamos a pie o en bici.
Entonces… ¿las cargobikes son una alternativa al coche?
En los últimos años se han realizado varios experimentos y pruebas para comprobar qué tipo de vehículo era más competitivo en entornos urbanos. El magazine e-Mountainbike hizo un pequeño experimento con alguna conclusión interesante:
Utilizaron un fiat Panda de segunda mano (6.000€) y lo compararon con una cargobike Riese & Müller (5.300€). El precio de compra, más o menos es el mismo, porqué dependerá de la configuración que acabes teniendo en la bicicleta.
Pero la pareja que hizo el experimento, se dio cuenta que el maletero del coche no tiene nada que envidiar al cajón de la Riede & Müller, que tiene 60 cm de largo y tiene suficiente espacio para compras semanales, llevar a dos niños o equipamiento deportivo.
También, apreciaron que en un trayecto que hicieron a un lago llevando a cuestas un kayak inflable llegaron antes. La cargobike es más rápida en muchos trayectos ya que puedes aparcarla más fácilmente que un coche y no tienes que perder el tiempo en retenciones.
La cargobike del experimento no es barata, pero puedes encontrar otros modelos eléctricos nuevos a partir de 3.000€. Y de segunda mano, en Wallapop, van apareciendo algunas de vez en cuando.
Puede salir a cuenta si la usamos cotidianamente. Tengamos en cuenta que el Panda va a consumir gasolina, seguro de coche, revisiones mecánicas, cambios de aceite…
Para el conductor medio en España, tener un coche en propiedad significa asumir un coste anual de más de 1.860 euros. Unos 155 euros al mes que resultan de sumar los gastos en combustible, seguro, mantenimiento y otras partidas inevitables asociadas a un turismo. Libertad de movimientos a cambio de 5 euros diarios. Y eso sin contar la financiación del coche que, como ocurre casi siempre que se compra un vehículo nuevo, se suscribe con las marcas. En ese caso, el desembolso anual medio supera los 4.100 euros.
Si apuestas por una cargobike con seguro y le haces mantenimientos en taller, va a costarte una fracción de lo que conlleva el mantenimiento y la financiación de un coche.
Quizás un coche no te salga a cuenta si lo vas a usar en entornos urbanos o en distancias que puedes asumir perfectamente con una bicicleta eléctrica. El uso del coche, además, conlleva problemas ecológicos y sociales derivados que tienen un coste enorme para todas las personas.
Las ventas de cargobikes se disparan en Europa este 2020
El proyecto CityChangerCargoBike, financiado por la UE, ha publicado los resultados de la primera Encuesta Europea sobre la Industria de las cargobikes. Un total de 38 marcas han aportado datos anónimos revelando muchos aspectos positivos para la industria europea de las bicicletas de carga. En 2020 se espera que las ventas crezcan un 53%.
La encuesta reveló que las ventas de bicicletas de carga para uso privado y para uso comercial están creciendo con la misma rapidez. Sus cuotas de mercado siguen siendo casi iguales. La mayoría de las bicicletas de carga se venden con asistencia eléctrica y su cuota de mercado está creciendo.
Los países con más ventas son: Alemania, Dinamarca, Reino Unido y Países Bajos.
Así pues, parece que el interés por las cargobikes va in crescendo en Europa. En España aún es un vehículo raro… aunque cada vez más familias se animan a usarlas. Ahora, principalmente las vemos circulando como vehículos de ciclologística que lentamente sustituyen esto:
¿Y tu? ¿Te ves con una cargobike? Algunos gobiernos están impulsando ayudas para la combra de bicis y bicicletas de carga. Quizás sea una buena oportunidad cazar una subvención al vuelo y lanzarse. Let’s bike!